
En esta entrada cuento mi experiencia cuando exploré por primera vez una función hash en blockchain. Descubrí cómo este algoritmo garantiza la seguridad e inmutabilidad de los datos, un concepto que me fascinó. No necesitas ser un programador ni un experto para entenderlo; solo curiosidad de revisar bloques qué se sellan acorde a la cadena de bloques qué uno desea ver, ejemplo las de Bitcoin, Ethereum, Cardano, entre otros.
Un concepto importante en el mundo de las criptomonedas es la Confianza, el manejo de la información privada, la pública y no digamos la identidad. Estos eran elementos qué a mí me preocupaban antes. Al leer un poco e investigar sobre el concepto de seguridad y transacciones (a inicios del 2018), una de las piedras angulares es la criptografía; esenciales en las criptomonedas, entre mi curiosidad de entender cómo funciona este mundo, de la forma en qué se archivan, anidan y construyen los registros de las transacciones de las criptomonedas, me encuentro qué la función hash toma un papel fundamental.
Mientras investigaba sobre la blockchain de Ethereum por ejemplo, se menciona muchas veces qué un hash es una huella digital única para cualquier dato, después de ver videos en YouTube y leer artículos en web y también artículos o libros serios al respecto. Recuerdo haber usado una de esas páginas donde pones una frase y ves cómo genera una cadena fija de letras y números. Al cambiar una sola letra, la cadena cambiaba por completo.
La matemática detrás, de cómo funciona un hash me hizo ver el mundo de la información digital de otra forma, y la importancia de la criptografía en la seguridad de Web3 y por qué las transacciones en blockchain no se pueden alterar. Esto me dio la confianza para empezar a usar mi propia wallet y explorar las dApps, sabiendo que la información esencial está protegida. La función hash es la base de la inmutabilidad y seguridad en blockchain. Me di cuenta de que un simple cambio en los datos de entrada genera un hash completamente diferente, lo que hace casi imposible alterar la información de una transacción una vez que está en la cadena de bloques. Por ejemplo, mientras redactaba esta entrada, el hash del último bloque de la cadena de bloques de Ethereum correspondía a este:
0x5854b9039bafe5c234b122656a4d708b6d6c26d72c0940d0cea079fbf27e9c20
Puedes consultar la cadena aquí:
https://www.blockchain.com/explorer/blocks/eth/23221353
El algoritmo del hashing de Ethereum es el Keccak-256 (hace la magia).
“El hashing se emplea para anidar información y compactarla, para qué sea útil en una peer to peer network”; eso nos anima en anunciar qué entre las piedras angulares de la estructura de datos con jerarquía, tenemos el árbol de Merkle, qué más adenlante discutiremos en otra entrada, y qué se encarga de ver la integridad de grandes volúmenes de datos en la cadena de bloques. Esa estructura nos facilita hacer crecer la confianza, en cada transacción qué hacemos en la red, según sea nuestra necesidad.
¿Te has preguntado cómo se protegen tus datos en las redes de criptomonedas?
¿Cuál fue tu sentimiento en ese momento? ¿Eres consciente de que cada transacción qué realizas, dejas una huella digital imborrable?
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